Archivo | Crianza RSS feed for this section

Te felicito por dejar a tu marido ser papá

15 Dic

Ser papá

Hace unos días salimos a comer, mi marido, los 2 niños y yo.
Me declaro culpable de que salimos a la hora de la siesta del pequeño, hay veces que el día se va tan rápido que no alcanzo a darme cuenta si ya pasó o no la hora de su siesta, si voy a alcanzar a regresar a casa para que descanse como se merece. Estoy segura que no soy la única mamá en esta circunstancia, con el estilo de vida tan movido que tenemos hoy en día, es difícil ser «payaso de varias pistas» (como dice mi mamá).

Entonces, bueno, estábamos por ordenar la comida y mi niño se puso loco. Sí, así como si lo estuviéramos metiendo en aceite hirviendo. ¿Sabes de lo que estoy hablando? Bueno, claro que me paré, agarré a mi niño y intenté calmarlo, pero no pude. En eso se paró mi marido, agarró a mi hijo en brazos y se salió del restaurante. Poco menos de 2 minutos después entraron de nuevo al restaurante, ya con mi hijo calmado. Lo dejó en mis brazos y poco tiempo después ya estaba dormido. Se levanta mi marido de la mesa y se acerca una señora de otra mesa, a la cual yo jamás había visto y me dice «te felicito porque permitiste que tu marido hiciera su trabajo de papá, yo no lo permití en su momento y ahora estoy pagando las consecuencias».

Honestamente me sacó de onda el comentario. Como cualquier elogio, se sintió bonito, pero poco tiempo después me puse a darle vueltas en la mente. Les comparto que a mi me ha costado trabajo «soltar» el control, entender que a veces hay discrepancia entre mi marido y yo en cómo queremos educar. Tenemos muy claros los puntos importantes: SIN violencia, hacerles saber a nuestros hijos cuánto los amamos (SIEMPRE), respeto y cariño, etc… pero a veces yo soy más «barco» o a veces soy más dura, es dependiendo de cómo estoy en ese momento, qué hizo mi hij@, etc. Pero el asunto es que no siempre me ha sido fácil jugar el papel de mamá y dejar de tratar de controlarlo todo. Sin embargo, he aprendido (o al menos eso creo) que si tengo la suerte de que mi marido quiere jugar el papel que le corresponde, de ser papá, debo dejarlo ser.

Tengo 4 años de experiencia trabajando en un colegio donde hay niños desde 2 años y algunos meses, hasta 19 años de edad. Esto me ha dado muchas herramientas, he conocido muchos casos, muchos niños/adolescentes, que me han dejado aprendizajes para yo poder ser mejor o al menos saber hacia dónde caminar. Y aquí les puedo compartir que los hijos necesitan límites!! Si, lo hemos leído muchas veces, y a veces nos cuesta mucho trabajo, pero es verdad. Un hijo al que le ponemos límites será un adulto más libre. Suena raro pero sí lo es. Se nota quienes son los hijos de papás que están presentes, que ponen límites. Son personas más seguras de sí mismas, del amor de sus padres, de la capacidad que tienen de crear cosas, de lograr sus sueños.

Por todo esto, me gustó saber que estoy dejando a mi marido ser papá y yo estoy siendo mamá. Mis hijos tienen límites, amorosos, y considero que les estamos ayudando a tejer sus alas.

Gracias por leer, me encantaría conocer tus experiencias!!

Amar al segundo hijo como al primero. ¿Se puede?

11 Nov

«Hoy fuimos a registrar al chaparro y nos acompañaron mi mamá y hermana de testigos. Cuando nos subimos a la camioneta para ir de regreso a casa, mi hermana, que está por ser mamá por primera vez, me preguntó «y ya lo quieres tanto como a Regina? Fue inmediato que lo quisiste así?» Rápidamente mi respuesta fue «Si lo quiero igual, pero no fue inmediato, tardé como 3 minutos» hahaha.

Recuerdo cuando me embaracé, parte de mis preocupaciones, por lo que incluso llegué a llorar unas cuantas veces durante mi embarazo, fue eso, si lograría amar a mi segundo hijo como amo a la primera! Un día incluso lo puse en facebook, y sorpresivamente para mí, más de una de mis amigas mamás o amigos papás me contestaron que ellas se habían sentido igual que yo y que cuando naciera el bebé me enamoraría de él como de la primera. Me di cuenta que es un tema del que se habla poco pero que no era yo un bicho raro por tener ese miedo. Incluso alguien me enseñó un post que hablaba de eso, pero hoy quiero comentarles mi punto de vista. De hecho les comparto que en pleno trabajo de parto estuve platicando con mi doula al respecto, porque incluso entonces tenía mis dudas! A punto de recibir a mi bebé y yo con esa duda!!

Ahora les puedo decir mi versión al respecto. El segundo hijo sí te enseña que el corazón de una madre crece con cada uno, pero para mí, el segundo hijo me enseñó a amar más a la primera! y ahora los amo a los dos igual.»

Se ama igual al segundo hijo

 

Bueno, eso lo escribí en agosto del 2013, cuando nació mi segundo bebé. Ahora ese bebé tiene 2 años y puedo hablar desde otra perspectiva.

Justo hoy lo platiqué con dos grandes amigas en distintos momentos. Una tiene una nena y está embarazada del segundo, y la otra ya tiene uno de 5 y una nena de casi 6 meses, así que sus perspectivas son distintas… y a la vez coincidieron conmigo.

Yo puedo decir que sí, lloré y lloré cuando estaba por nacer mi segundo hijo, tenía mucho miedo de que no lo pudiera amar como a mi primera hija… incluso ya en trabajo de parto ese era mi mayor miedo. Pocas hablamos de eso, pero cuando lo pongo en la mesa, parece ser un factor común. Es curioso como muchas mujeres lo pensamos pero al sentirnos «mala madre» por tener ese pensamiento/miedo, no lo platicamos. Yo hoy quiero decirte que no te preocupes, de hecho es algo normal, es un miedo que con el primer hijo no lo vas a tener porque estás tan preocupada por que todo salga bien, por cómo será el parto, por cómo le vas a hacer para responsabilizarte de tu bebé… y tampoco tienes idea de lo grande que será el amor que sientas por ese bebé! Entonces no tienes parámetro para saber si sí o no serás capaz de sentirlo. Pero con el segundo ya es diferente… ya sabes que tu corazón es inmenso y que el amor de madre es impresionante, que cada día te sorprende más, que amas más a tu bebé que a la vida misma… y eso es lo que da miedo, que no seas capaz de lograrlo de nuevo. Pero te tengo una noticia! Ese segundo bebé no sólo logrará enamorarte en minutos, sino que te enseñará a amar más a tu primer hijo también (sí, ya sé, crees que eso no es posible!).  Además ese segundo bebé trae una conexión especial. No sé que es. Yo siempre pensé que era en mi caso (con mi mamá y mi hermano), porque era hombre… y a mi me pasa lo mismo con mi niño… pero tengo amigas cuyo primer hijo es varón y la segunda, niña, y sienten eso mismo, entonces he llegado a creer que esa conexión del segundo hijo es precisamente por ese regalo que te da: enseñarte a amar todavía más!

Desconozco cómo será el tercer hijo… yo creo que ya no me tocará descubrirlo, pero me han dicho que es maravilloso porque lo disfrutas más: sin tanto estrés de lo nuevo como con el primero o, con el segundo, que tratas de no hacer sentir alejado al primero.

Gracias por leer! Me encantará saber tus comentarios.

Los hijos se portan peor con mamá!

7 Oct

Si, a todas nos lo han dicho!! a poco no? Una vez hasta mi papá me dijo «trae a tus hijos y te vas»… confieso que me dolió pero lo entiendo, cuando estoy yo, mis hijos no se quieren apartar de mis brazos.

Y bueno, en ese tema el otro día me encontré un artículo al respecto que me gustó y les quiero compartir. Dejo aquí el link del artículo original en inglés.

«LA VERDADERA RAZÓN POR LA QUE LOS HIJOS SE PORTAN 800% PEOR CUANDO SUS MAMÁS ESTÁN EN EL CUARTO»

Te has dado cuenta de lo mal que se portan los niños cuando sus mamás están a la vista? La mamá y bloguera Kate Baltrotsky de Katesurfs.com puede haber descubierto el porqué!

«Estuvieron bien conmigo todo el día, pero en el segundo que te vieron, se descontrolaron Kate! No entiendo!» Dice siempre mi esposo.

El otro día leí un artículo simpático que se titulaba «Estudio: los niños se portan 800% peor cuando sus mamás están presentes» (estudio irreal). Enloquecí cuando leí el título, pero al leerlo me di cuenta que era irreal. A pesar de que el estudio no era cierto, el concepto era REAL! Los niños se portan 800% peor cuando está su mamá…. pero ¿¿porqué??

Porque TU, mamá, eres su lugar seguro. TU eres el lugar al que pueden ir con todos sus problemas. Si tú no puedes hacer que mejoren las cosas… ¿entonces quién?

TU, querida mamá, eres el bote de basura de todos los sentimientos y emociones desagradables.

 Si un niño ha estado guardando todo el día una situación desagradable, en el momento que te vea, sabe que por fin es momento en el que lo pueden sacar.

Eso significa sacar lo que sea…. quejas… llantos… sus intestinos, etc. Es lo último con lo que quieres tener que lidiar después de estar disfrutando tu día, o después de llegar a casa cansada de trabajar todo el día… pero eso es lo que nosotras, mamás, obtenemos: la expresión sin filtro de una liberación emocional, golpeándonos en la cara, en el segundo que cruzamos la puerta.

No has malcriado a tus hijos hasta la raíz si tus hijos te saludan en la puerta con llantos y gritos. No, no dejes que nadie te diga eso!

Al contrario, has creado un espacio lo suficientemente seguro para que tu hijo se sienta con el permiso de ser natural.

Y, por cierto…. es MUY MUY importante que los niños puedan ser naturales con sus sentimientos, sus emociones y sus funciones corporales. Cuando crezcan, queremos que nuestros hijos tengan gran inteligencia emocional y conciencia de su cuerpo, cierto?

Entonces tómalo como bueno.

Tus hijos empiezan a quejarse, pelearse, llorar y liberar sus intestinos cuando entras por la puerta? Tómalo como un signo de que te aman… y sólo quiero que sepas que te mando mucho amor la próxima vez que pase… porque yo sé…. claro que lo se… que nos saca a todas de quicio… pero todo eso lo guardaron para tí!

Qué opinas? Te sientes relacionada? Un poco menos culpable? Menos preocupada? La verdad cuando yo lo leí, sí me dio tranquilidad y gusto saber que mis hijos saben que los amo y que no importa lo que sea, pueden venir conmigo a su lugar seguro.

Gracias por leer

 

Los 3 años de mi niña

26 Feb

¡El día de hoy mi niña cumple 3 años! Así que también yo cumplo años de mamá! Me siento muy feliz y honrada de que me haya elegido como su madre (sí, así lo creo), y estoy más enamorada de ella cada día (¡¡¡es posible!!!)

Aprovechamos el fin de semana para festejarla, hicimos una fiesta (junto con el bautizo de su hermano) con tema de Minni Mouse… aquí les enseño lo que hicimos!

Una torre de cupcakes decoradas con betún blanco y M&M’s que nos ayudó a hacer mi nena (nótese bañada en azúcar glass) -¡gracias Tania por tu ayuda! – unos centros de mesa inspirados en Pinterest (aquí), la piñata de Minni (esa no la hice yo), y unas orejas con moño rojo y puntos blancos que repartimos a las niñas y sin moño a los niños.

Es la primera fiesta infantil que festejamos, en realidad de 1 y 2 años fue algo pequeño en la casa, pero espero que esta no se le olvide! Y me gustó tanto que hasta ya pensé cómo haré la de 4 años! jajaja

Me siento feliz por estos 3 años con mi niña, quien me ha enseñado tanto de la vida, del amor, la entrega, la felicidad, los límites, los retos, la incondicionalidad… me impresiona lo rápido que crece y aprende, me encanta verla descubrir la luna todas las noches, agradecerle a Dios por tan bonito amanecer… me veo reflejada en su cara de ¡wow! cuando descubre un árbol lleno de flores y me dice «¡mamá mira!» porque no quiere que me pierda yo de una maravilla tan enorme y hermosa.

Mi más profunda admiración también a su entrega como hermana, cariñosa, preocupada siempre que su hermano llora, sabe distinguir si está llorando por hambre, sueño, le duele algo o hay que cambiarle el pañal.

Tiene una sensibilidad altísima al sufrimiento de los demás, le preocupa ver a la gente sufrir.

Ama el baile, brincar, reír… es sibarita como pocas (incluso pide «más» cuando le ofreces quesos fuertes como Roquefort!).

Gracias Regina por ser mi niña, mi compañerita, mi maestra, mi discípula, mi corazón con patas, mi alegría, mi ejemplo, mi energía. Te amo reina mía!

Gracias a mi hombre que la creó conmigo en amor.

Gracias a mi niño que me enseñó esa nueva faceta de hermana en Regina y me enseñó a amarla aún más!

La preparación de la fiesta

Feliz la cumpleañera con su pastel

image

Los centros de mesa en su lugar

image

Piñata

image

El chaparro dormido en su koalin

Además organicé unas dinámicas para distraer a los niños: decoración de galletas con betún de colores, pintar el piso con gises de colores… y las demás ideas se las comento a ustedes pero no las hice: pintar con crayolas y usar diamantina (brillantina) y colgar unas donitas de un listón para que los niños las «atraparan» con la boca sin usar las manos y quien se comiera la suya primero, ganaba (me faltó tiempo).

image

Decoración de galletas con betún de colores

image

Pintando con gises en el piso

image

Y no podía faltar el abuelo con el rebozo bien puesto!

Gracias a Dios. Soy feliz!

Cómo preparar al primer hijo para la llegada del hermanito

18 Feb

Ya mi chiquitín cumplió 6 meses y hoy me encontré a una mamá que está por tener su segundo bebé por lo que me pidió consejo para preparar a su primera nena para recibir al hermanito y que el «golpe» sea menor.  Se me hizo buena idea compartirlo con ustedes también, y estará padrísimo si comentan sus propios tips para enriquecernos todos!

Primero que nada se me hace muy importante poder incluir al primogénito en todo lo que hacemos, desde lavar la ropa del bebé en camino hasta los baby shower.

Debemos también decirle a nuestros hijos la verdad acerca de los bebés: no viene un hermano en camino que va a jugar con ellos, es un bebé que llora, que necesita de su mamá, que duerme mucho (y hay que dejarlo dormir), que se baña en su tina, que no sabe caminar, que no sabe comer dulces ni comida de «niños grandes», que hay que cargarlo…

Además no se ustedes, pero yo me he dado cuenta que los niños chiquitos (2 a 5 años) aman ayudar a sus papás, esto podemos usarlo en nuestro beneficio una vez que llegó el bebé. Se puede involucrar muy fácilmente al primero en el cuidado del segundo: «chiquita, me puedes traer un pañal para tu hermanito?», «ayúdame por favor y avísame cuando lo oigas llorar y corre a decirle que aquí estás, que no necesita llorar»… cosas así que lo hagan sentir importante e incluido en el nuevo proceso.

Otra cosa que sirve es comprarles un muñeco, bebé, y enseñarles los cuidados que necesitará su hermanito, ponerle pañales (de tela es buena opción), cambiarles la ropa, «dormirlos», etc. para que vayan sabiendo lo que viene en camino.

Una cosa que yo hice, que se que no todas podrán hacer por las diferentes maneras de parir y facilidades, pero que si pueden se los recomiendo, es que no pasen mucho tiempo en el hospital con el segundo bebé, el primer hijo está esperando su llegada en casa. Yo siempre he bañado a mi niña, incluso el día que me despertaron las contracciones, ese día había yo bañado a mi chiquita, a las 5 am nos fuimos al hospital mi marido y yo, a las 9.10 nació el bebé y regresamos a las 4 pm con nuestro nuevo bebé a «hacer familia» con la grande… y ese día a las 8 pm la bañé como todos los días! Le sirvió mucho esa continuidad de rutina, le dio seguridad.

Si estamos pensando en meter a nuestro grande a la escuela, es importante hacerlo ANTES de que llegue el hermanito, si no, sentirá que quien lo «quitó» de su casa, de su cercanía con su mamá, será el hermanito, y eso no es bueno para nadie, mucho menos para la armonía familiar.

Recuerdo que desde hace años, una amiga mía me dijo que la mayor recomendación de su madre había sido que el hermanito trajera consigo un regalo al hermano (o hermanos) mayor para que se sintieran importantes. La verdad es que yo pensé en todo tipo de cosas, iban desde carísimos regalos hasta una muñeca o bebé, pero en realidad jamás compré nada, de tanto planear no hice eso… y de regreso del hospital me acordé, así que paré en la farmacia y compramos un kiss de esos grandotes (mi nena AMA los chocolates) y se lo regalamos a nombre de su hermano. Con decir que 6 meses después se acuerda del chocolatote! Y siempre dice que su hermano se lo regaló! Punto a nuestro favor 😉

Y bueno, ya a la llegada del bebé es importante contestar a todas sus dudas de manera sencilla pero siempre amorosa, es obvio que si uno mismo tiene dudas, los niños más! Son curiosos por naturaleza. Yo se que no siempre es fácil, pero también hay que tener una especial paciencia en esta etapa de cambio. ¿Saben qué me movió muchísimo a mi? Un día que leí que para el primer hijo era un shock tan fuerte el ver llegar al hermanito como si tu pareja llegara y te dijera «Amor, ella es mi nuevo amor, las amo a las 2 por igual y de ahora en adelante vivirá con nosotros. Le tendrás que prestar todas tus cosas, porque son de las 2. Verás cómo la amo a ella también, cómo la beso y la abrazo, la chiqueo, etc.» Sentí tan feo de imaginarme que mi nena estaría pasando por eso… pero finalmente pues es un trago que todos los que tenemos hermanos menores pasamos. Esto no quiere decir que no podamos hacerlo más armonioso. Y el resultado, un amor de hermanos que crece día con día, no tiene igual!

Y bueno, de los mejores productos para facilitarte la vida, a mi manera de ver, es el fular rebozo koalín, que te deja tener libertad de movimiento con el grande mientras el pequeño está bien cuidado a tu lado! Lo super recomiendo!

Aquí mis hijos cuando el chiquito tenía menos de una semana:

Amor de hermanos

 

Gracias por leer, se aceptan sugerencias!

El papel del papá en el parto

18 Dic

Llevo más de 3 años en esto de la maternidad, de la preparación al parto, de los blogs de crianza, apego, lactancia, parto… y generalmente siempre se habla del rol de la madre, de la fuerza femenina, de la violencia obstétrica, etc. Pero en realidad pocas veces he leído del importantísimo papel del papá y por esto quiero dar mi punto de vista.

Cuando entré a mi carrera – no se si ya les había comentado esto – yo quería ser ginecóloga, era mi sueño! Tuve eso en mente hasta que me tocó ser quien recibiera al bebé. Fui pasante en una clínica del seguro (IMSS), estaba yo en 6to semestre (si mal no recuerdo) y estuve un mes de «preguardias» en un hospital donde me «enseñaron» en práctica a recibir bebés. Es la típica escena que uno ve hasta en películas, la mujer acostada, en silla ginecológica, la luz muy fuerte, el anestesiólogo, ginecólogo, pediatra, enfermera (o en defecto de todo ello, los internos y pasantes en caso de hospitales de gobierno), pero más importante: la mamá sola!! Y bueno, qué decir que cuando nace el bebé, se lo lleva el pediatra, le hacen todo lo que le «tienen» que hacer, se lo enseñan a la mamá y lo dejan en cunero, solito.

¿Qué hizo esto en mi vida? Me quitó todas las ganas de ser ginecóloga. Algo se rompió en mi, no supe qué, hasta después, ya que me tocó ser la mamá entendí que el quitarle a una mamá a su bebé es algo que no va conmigo, y ver a una mamá sola parir a un bebé (entiéndase sola= sin su pareja) tampoco!

Me parece importante destacar aquí que el papel del papá debe ser de pilar, de estar, de apoyo incondicional, entregado, compañero y amor para su pareja cuando éstos, a su vez, están recibiendo a su bebé, JUNTOS ya que juntos lo procrearon, juntos deben recibirlo. El papá otorga fuerza, paz, compañía a la madre. Le da confianza a ella y a él le regala lo más preciado: admiración por su pareja de su capacidad de dar vida. Nunca volverá a ver a esa mujer igual. Habrá una admiración por ella que es única. Que yo considero que se ha perdido y debe fortalecerse. Si un hombre no ve a su mujer parir, se pierde de esa admiración por ella que el día de mañana les dará fuerza para lo que les traerá la vida, para mantenerse juntos, criar a sus hijos y amarse más, por ellos, por su familia, por su pareja, por su unidad.

Papá en el parto

Papá en el parto

En la sociedad que vivimos, machista, falta que el hombre valore a la mujer. Creo que si todos los hombres vieran a sus bebés nacer y reconocieran la valentía de su mujer al parir (sin importar si es parto o cesárea), serían muy diferentes las relaciones de pareja, habría más amor entre ellos. Al parir estando tu pareja contigo se crea una complicidad que no se puede romper tan fácil.

Como ya les comenté, la semana pasada mi hermana se convirtió en mamá. Deberían de ver a su marido después del parto, la ve diferente, con admiración y con respeto que sólo esa experiencia le podría haber dado. No quiero decir que no la admirara ni amara antes, pero maduró, esa mirada es diferente, hay más complicidad, entrega y respeto mutuo.

¡Para mamá es necesario tener a ese pilar suyo en la vida, para papá es necesario verse nacer padre, convertirse en padre de esa criatura, verla a ella convertirse en mamá y saberse parte de ese proceso de convertirse en familia! (sin importar si es el primero, segundo, tercer bebé)

Papás: no se pierdan esa experiencia.

Mamás: déjense acompañar.

¿Qué opinan?

Gracias por leer

Déjame parir!

21 Ago

Hace ya mucho tiempo que no me doy un espacio para poder escribir… entre ser doctora, madre, esposa, empresaria… hay veces que es difícil poder ser y tener un espacio propio. Pero ahora aquí estoy porque creo que es importante compartir esta nueva experiencia en mi vida.

Hace poco más de 48 horas me convertí en mamá por segunda vez!!! Recibimos en la familia un hermoso niño y de ésto se trata mi relato hoy… de éste parto y el anterior…

Cuando me enteré que estaba embarazada por primera vez, recuerdo que mi primer pensamiento fue «quiero parto en agua» y no descansé hasta que encontré un médico con el cual vibrara yo, que supiera entender lo que yo quería y así conocí a José Luis y todo su maravilloso equipo. Ese embarazo fue muy diferente al segundo. Durante ese embarazo no trabajaba, le dedicaba mucho tiempo a leer cosas relacionadas con parto, crianza con apego, lactancia, yoga para embarazadas, curso psicoprofiláctico, etc… Éste embarazo fue tan diferente: trabajé hasta que me dieron mi incapacidad (42 días antes de la fecha probable de parto), no hice yoga para embarazadas, no tomé el curso psicoprofiláctico, no me di tiempo casi de nada porque no tenía ese tiempo!

Mi primer parto lo planeé cuidadosamente, quería que fuera en agua, en mi casa, con velas, flores, pan de plátano recién hecho, música especial… total, no dejé una sola cosa al «ahí se va!»… y dicen que si quieres hacer reír a Dios, le cuentes tus planes… no fue como yo quería… después de un trabajo de parto en la tina, hubo algunas cuestiones que me obligaron a salirme de la tina y posteriormente a irme al hospital para que me pudieran bloquear y ayudarme a sacar a mi nena. Recuerdo que cuando terminó mi parto le dije a mi doula «Moni, no lo logré» con lágrimas en los ojos. Me sentí muy triste de no poder realizar mi sueño de traer a mi nena al mundo en un parto dócil, en agua, con el menor sufrimiento de transición para ella.

Recuerdo que me preguntaba mucho porqué no había podido dejar a mi cuerpo parir como se debe, qué había bloqueado mi sabiduría interna de mujer, qué había hecho que mi miedo fuera más fuerte que mi voluntad. Culpé mi a mi entrenamiento de doctora, culpé a mi sociedad, el que mi mamá no hubiera podido parir y todos hubiéramos tenido que ser cesárea, culpé a mi útero por no contraerse apropiadamente… hasta que me di cuenta de que era miedo. No me dejé parir por miedo. Miedo a romper muchos esquemas que estaban incrustados en mi mente, miedo al dolor, a que por mi terquedad de querer un parto en agua no estuviera yo viendo los riesgos que ésto implicaba para mi y mi bebé… tantas cosas!

Ésta vez decidí trabajar sólo en eso. En mis creencias limitantes, y ésto es lo que pasó:

Fui el jueves de la semana pasada a mi chequeo de la frecuencia cardiaca fetal, acababa de ir al ultrasonido para revisar que la placenta y líquido amniótico estuvieran bien, donde me enteré que estaban de maravilla! Eso me tranquilizó y me resigné a seguir con mi panzota un poco más de tiempo. Mi gine me preguntó que cuándo nacería el bebé y yo, que siempre supe la respuesta, le dije «el sábado» (sin especificar qué sábado, pero muy segura que sería sábado!). Me sorprendí a mi misma de mi seguridad en la respuesta! Ahí dije «debo dejar a mi cuerpo ejercer su propia sabiduría, así que si me dice que será en sábado, así será y tengo que confiar en eso».

El viernes fue un día normal, comida en casa de mi mamá, rica plática con la familia, nos regresamos a la casa finalmente a la rutina de siempre, darle de cenar a la nena, bañarla y acostarla. Mis contracciones de Braxton Hicks habían estado como siempre, así que yo estaba tranquila. A las 3:20 am me despertó una contracción más fuerte de lo normal. Desperté a mi marido y decidimos esperar un par de contracciones más. Me preguntó mi marido si ya era hora. Yo estaba asustada porque no me sentía preparada como la primera vez! Pero una vez más decidí dejar que mi cuerpo respondiera y sólo dije «Si te dijera que no, estaría en negación» así que nos preparamos ya para irnos al hospital. Llegamos y todo estaba listo, el equipo médico, con lo que me sentí tranquila. Por como me sentí me dijeron que ya era hora de meterme a la tina, si así quería yo (eran las 5 am), así que decidí que sí. Las contracciones disminuyeron un poco, pero fueron acrecentándose haciéndome incluso pedir un par de veces que ya me hicieran cesárea! no quería más dolor! jajaja Gracias a Dios no me hicieron caso! Mi marido no me vio lo suficientemente convencida y sabía que me arrepentiría después si en ese momento cedía. Estuve viendo el reloj cada ratito, lo cual hacía que el tiempo pasara más lento. Quería yo controlar las cosas, le preguntaba a todos que si no sabían como cuánto faltaba y la respuesta era «lo necesario!» , así que entendí que debía dejar de controlar todo. Cada contracción, mi doula me decía «abre, deja fluir», así que lo único en mi mente era visualizar cómo debía abrir para dejar fluir. Eso me ayudó muchísimo! Dejarle el control a mi cuerpo. Cuando me revisaron por primera vez (y única), mi dilatación era de 8-9 (ya casi!! el objetivo es 10!!) y me di cuenta de que debía dejarme parir a mi misma, ya no ver el reloj, ya no intentar controlar, sólo visualizar la sabiduría de mi cuerpo… es difícil hacerlo aunque ya hayas tomado la decisión, hay que romper muchos esquemas…No volví a preocuparme (ni me acordé) por el impedimento de parir a mi niña por el dolor de mi útero de la vez pasada, no volví a considerar bloqueo ni cesárea ni nada, sólo dejar fluir, dejarme parir!

Puedo concluir que a partir de ese momento el tiempo pasó rápido, empezaron las contracciones más efectivas y por fin apareció mi muchachote, un hermoso niño de 4.3 kilos, cabezón, que a los 2 minutos ya estaba comiendo mientras nos manteníamos unidos por el cordón umbilical todavía, hasta que éste dejó de latir. Cuando llegó el momento de cortar el cordón, su papá lo hizo y yo estaba muy consciente de que ese sería el último momento en el que estaríamos así de unidos, por un lazo por el que lo mantuve con vida los últimos meses… Agradecí muchísimo esa oportunidad de verle a los ojos y decirle «TE AMO» mientras nos separaban. Algo que no pude hacer la vez pasada y si hubiera sido cesárea, menos hubiera podido!!!

pablo

A las pocas horas de haber parido, tomé un baño y preparamos a nuestro niño para regresar a casa con la princesa y estar en familia.

Al principio me sentía molida, como si me hubieran atropellado! Dormí muy poco, pero de todos modos me sentía bien. Ya incluso hoy, 48 horas posteriores al parto, me siento al 95%! Todavía tengo entuertos, pero ya muy pocos, ya bajó la leche y me siento más feliz que nunca de haber podido realizar la hazaña de parir, sin anestesia, sin prejuicios, sin miedos, sin limitantes mías ni de nadie!

Segundo bebé con problemas de cadera?

1 Jul

Hola! Hace mucho que no escribo, he estado como loca con todo en la casa, el trabajo, mi nena, el embarazo… Pero como ya empezó mi incapacidad, aquí ando de nuevo!

El otro día llevamos a la nena a su control de su cadera, ya desde hace un año nos la habían dado de alta, pero de todos modos es necesario seguir en observación anual unos años más… además de la cadera le revisaron sus pies (yo tenía el temor de que tuviera pie plano, pero no!!) y el doctor no perdió oportunidad para recordarme que este nuevo bebé que viene en camino también debe ser revisado a la brevedad, así que cuando nazca y estemos un poco más acoplados, será hora de llevarlo a sacar su radiografía y valorar si tiene o no su caderita luxada.

Lo he pensado muchas veces, tiene 25% de probabilidad de presentarla, pero la verdad ahorita ya con la experiencia que tengo de lo que se trata, viendo lo bien que le fue a mi nena y lo acoplados que estuvimos los dos papás y demás familiares en llevar a cabo su tratamiento como se debía, no me da el más mínimo temor de empezar a usar el arnés otra vez. De hecho hasta lo guardé por lo mismo!

Pero bueno, sea o no que tenga la luxación y displasia, voy a aprovechar para tomar videos de cómo poner el arnés, bañar al bebé, cargarlo, etc… todas las dudas que han salido a lo largo del tiempo que tiene mi blog, y que he visto que son muy frecuentes, quiero ayudar a más y más papás que se encuentran en la situación que yo ya viví. Es importante que ante esta cuestión estemos tranquilos y podamos ayudar a nuestros hijos lo mejor posible.

Por lo pronto, les agradezco mucho su lectura y les mando un gran beso!

Cómo poner límites?

1 Feb

Como ya les he comentado anteriormente, trabajo en un colegio, y aquí convivo con más de 3 mil niños diario, desde los 2 años 8 meses hasta los 19 años de edad.

Qué observo? Uf, si les contara! Entre todo lo que puedo comentar, es un tema que como mamá que ha decidido criar en apego, me resulta un tema con mucha contradicción: cómo ponerle límites a los hijos?

Obviamente entre tantos alumnos, uno observa de todo, desde los que realmente son bien educados y comportados hasta los que creen que uno está aquí a su merced sin siquiera merecer un «por favor» y un «gracias». He visto cómo les hablan los hijos a los padres, con aquel despecho y coraje que no puede uno creer que un hijo lo pueda sentir por una madre… pero pues sí los hay!

He visto que los papás tienen muchos problemas para poner límites y establecer fronteras, y también he escuchado a los hijos que lo único que quieren es que sus papás les digan que «no».

Por esto mismo me cuestiono mi manera de actuar con mi nena, cómo establecer un balance. Es una niña tranquila, no es la típica que hace berrinche en el restaurant o en el super y hay que salir de ahí  con el niño en brazos ante la mirada de todos por el escándalo. Sí de pronto se hace notar y exige atención, obvio! Pero gracias a Dios (y supongo que a la educación que hemos decidido darle), es una niña que se siente amada. Sí le decimos que no a las cosas que no están bien, todavía no tiene un año y siempre da gracias (aunque yo no se lo recuerde) y el por favor y a lo entiende perfecto! (ese sí se lo recuerdo siempre todavía).

Pero por todo ésto, y porque sé que no soy la única mamá con estas dudas, les quiero compartir el punto de vista de la experta!

Poner límites

Cuando yo era niña, era el reinado de los padres. Toda su autoridad se hacía sentir sobre los niños y no había manera de discutir nada. El argumento era siempre, ¡Quiero que hagas las cosas así, simplemente porque yo lo digo y no hay discusión!

niño sentado

Cuando yo tuve hijos, fue el reinado de los hijos. Los educadores y formadores, se orientaron más hacia el respeto a los niños, a dejarlos expresarse, a que pudieran SER y a cuidar que no fueran a experimentar los traumas y las frustraciones que la educación autoritaria había producido.

Ahora observo, mamás y papás que adoran a sus hijos, pero que tienen miedo de poner límites. Es algo así como una línea muy delgada entre: «Hasta dónde le permito para que no se enoje y yo no me sienta culpable…»

Encuentro a papás agotados porque acaban convirtiéndose en los esclavos de sus hijos. No importa qué edad tengan ni unos ni los otros. Se reproduce en todos lados. Muchas veces los hijos se vuelven unos pequeños tiranos. Esto además causa problemas y tensiones entre los padres.

Yo he encontrado que lo que está por debajo de ese miedo a poner límites tiene muchas veces que ver con un miedo a que si lo corrijo o lo regaño, puede ser que no me quiera tanto… que no me considere tan buena (o), o que se enoje conmigo…

La buena noticia para todos los papás es la siguiente:

Poner límites le da seguridad a sus hijos!!!

niño comiendo

Poner límites, le produce una frustración momentánea al niño o niña, pero lo contiene!!!

Poner límites, envía el mensaje de TE QUIERO!!!

Han visto ustedes a un niño(a) que hace un berrinche por horas??? Estoy amplificando, no son horas desde luego, pero sí puede ser algo muy largo! Qué está sucediendo con ese niño(a) a quien no se le detiene? Dentro de él o ella, va creciendo un enorme rencor hacia papá o mamá, empieza a desarrollarse una furia que no sabe cómo contener, porque nadie lo detiene!

Qué preferimos, parar el berrinche pronto y pasar a otra cosa, o dejarlo a que su sentimiento de enojo crezca y crezca? Desde luego que detenerlo!

Podemos decirle: «Entiendo que estés enojado(a), pero esto es lo que vamos a hacer ahora»!

Cuando decimos «Entiendo«, ayudamos a bajar la tensión y a que se sienta comprendido(a), y es diferente a si decimos: «Me tienes harta y no puedo entender qué quieres»!

Otro recurso fallido, es preguntar: Por qué hiciste esto? Si alguien nos pregunta a nosotros, por qué lo hiciste, lo más probable es que no lo sepamos, y tampoco nos sirve de nada saber: ¡porque quise hacerlo! La pregunta sería siempre: Para qué lo hiciste? Eso nos permite tener más elementos de análisis.

Queremos que la personalidad de nuestros hijos florezca y nosotros como padres no queremos impedirlo, queremos que sean felices, queremos que tengan tolerancia a las frustraciones, que no tengan miedos, que sean personas valiosas, que tengan seguridad en ellos mismos… y también como padres, queremos gozar de nuestras propias vidas, armonizando la educación de nuestros hijos con nuestro propio crecimiento personal, nuestro entorno, nuestras relaciones… queremos llegar a nuestro hogar y saber que hay armonía, que la convivencia es agradable… aprendamos entonces a poner límites razonables, de manera que nosotros queramos llegar a nuestra casa, que podamos convivir con nuestros hijos y que ellos florezcan y saquen sus recursos personales para ser felices en la vida.

Estoy segura de que ustedes conocen muchas personas muy valioso(a)s, pregúntense:

¿se formó en base a que nunca lo contradijeran?

Heidi Rangel Knoderer

Psicoterapia Breve

facebook: psicoterapia.breve.online

Qué opinan?

Gracias por leer!