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Cómo preparar al primer hijo para la llegada del hermanito

18 Feb

Ya mi chiquitín cumplió 6 meses y hoy me encontré a una mamá que está por tener su segundo bebé por lo que me pidió consejo para preparar a su primera nena para recibir al hermanito y que el «golpe» sea menor.  Se me hizo buena idea compartirlo con ustedes también, y estará padrísimo si comentan sus propios tips para enriquecernos todos!

Primero que nada se me hace muy importante poder incluir al primogénito en todo lo que hacemos, desde lavar la ropa del bebé en camino hasta los baby shower.

Debemos también decirle a nuestros hijos la verdad acerca de los bebés: no viene un hermano en camino que va a jugar con ellos, es un bebé que llora, que necesita de su mamá, que duerme mucho (y hay que dejarlo dormir), que se baña en su tina, que no sabe caminar, que no sabe comer dulces ni comida de «niños grandes», que hay que cargarlo…

Además no se ustedes, pero yo me he dado cuenta que los niños chiquitos (2 a 5 años) aman ayudar a sus papás, esto podemos usarlo en nuestro beneficio una vez que llegó el bebé. Se puede involucrar muy fácilmente al primero en el cuidado del segundo: «chiquita, me puedes traer un pañal para tu hermanito?», «ayúdame por favor y avísame cuando lo oigas llorar y corre a decirle que aquí estás, que no necesita llorar»… cosas así que lo hagan sentir importante e incluido en el nuevo proceso.

Otra cosa que sirve es comprarles un muñeco, bebé, y enseñarles los cuidados que necesitará su hermanito, ponerle pañales (de tela es buena opción), cambiarles la ropa, «dormirlos», etc. para que vayan sabiendo lo que viene en camino.

Una cosa que yo hice, que se que no todas podrán hacer por las diferentes maneras de parir y facilidades, pero que si pueden se los recomiendo, es que no pasen mucho tiempo en el hospital con el segundo bebé, el primer hijo está esperando su llegada en casa. Yo siempre he bañado a mi niña, incluso el día que me despertaron las contracciones, ese día había yo bañado a mi chiquita, a las 5 am nos fuimos al hospital mi marido y yo, a las 9.10 nació el bebé y regresamos a las 4 pm con nuestro nuevo bebé a «hacer familia» con la grande… y ese día a las 8 pm la bañé como todos los días! Le sirvió mucho esa continuidad de rutina, le dio seguridad.

Si estamos pensando en meter a nuestro grande a la escuela, es importante hacerlo ANTES de que llegue el hermanito, si no, sentirá que quien lo «quitó» de su casa, de su cercanía con su mamá, será el hermanito, y eso no es bueno para nadie, mucho menos para la armonía familiar.

Recuerdo que desde hace años, una amiga mía me dijo que la mayor recomendación de su madre había sido que el hermanito trajera consigo un regalo al hermano (o hermanos) mayor para que se sintieran importantes. La verdad es que yo pensé en todo tipo de cosas, iban desde carísimos regalos hasta una muñeca o bebé, pero en realidad jamás compré nada, de tanto planear no hice eso… y de regreso del hospital me acordé, así que paré en la farmacia y compramos un kiss de esos grandotes (mi nena AMA los chocolates) y se lo regalamos a nombre de su hermano. Con decir que 6 meses después se acuerda del chocolatote! Y siempre dice que su hermano se lo regaló! Punto a nuestro favor 😉

Y bueno, ya a la llegada del bebé es importante contestar a todas sus dudas de manera sencilla pero siempre amorosa, es obvio que si uno mismo tiene dudas, los niños más! Son curiosos por naturaleza. Yo se que no siempre es fácil, pero también hay que tener una especial paciencia en esta etapa de cambio. ¿Saben qué me movió muchísimo a mi? Un día que leí que para el primer hijo era un shock tan fuerte el ver llegar al hermanito como si tu pareja llegara y te dijera «Amor, ella es mi nuevo amor, las amo a las 2 por igual y de ahora en adelante vivirá con nosotros. Le tendrás que prestar todas tus cosas, porque son de las 2. Verás cómo la amo a ella también, cómo la beso y la abrazo, la chiqueo, etc.» Sentí tan feo de imaginarme que mi nena estaría pasando por eso… pero finalmente pues es un trago que todos los que tenemos hermanos menores pasamos. Esto no quiere decir que no podamos hacerlo más armonioso. Y el resultado, un amor de hermanos que crece día con día, no tiene igual!

Y bueno, de los mejores productos para facilitarte la vida, a mi manera de ver, es el fular rebozo koalín, que te deja tener libertad de movimiento con el grande mientras el pequeño está bien cuidado a tu lado! Lo super recomiendo!

Aquí mis hijos cuando el chiquito tenía menos de una semana:

Amor de hermanos

 

Gracias por leer, se aceptan sugerencias!

El papel del papá en el parto

18 Dic

Llevo más de 3 años en esto de la maternidad, de la preparación al parto, de los blogs de crianza, apego, lactancia, parto… y generalmente siempre se habla del rol de la madre, de la fuerza femenina, de la violencia obstétrica, etc. Pero en realidad pocas veces he leído del importantísimo papel del papá y por esto quiero dar mi punto de vista.

Cuando entré a mi carrera – no se si ya les había comentado esto – yo quería ser ginecóloga, era mi sueño! Tuve eso en mente hasta que me tocó ser quien recibiera al bebé. Fui pasante en una clínica del seguro (IMSS), estaba yo en 6to semestre (si mal no recuerdo) y estuve un mes de «preguardias» en un hospital donde me «enseñaron» en práctica a recibir bebés. Es la típica escena que uno ve hasta en películas, la mujer acostada, en silla ginecológica, la luz muy fuerte, el anestesiólogo, ginecólogo, pediatra, enfermera (o en defecto de todo ello, los internos y pasantes en caso de hospitales de gobierno), pero más importante: la mamá sola!! Y bueno, qué decir que cuando nace el bebé, se lo lleva el pediatra, le hacen todo lo que le «tienen» que hacer, se lo enseñan a la mamá y lo dejan en cunero, solito.

¿Qué hizo esto en mi vida? Me quitó todas las ganas de ser ginecóloga. Algo se rompió en mi, no supe qué, hasta después, ya que me tocó ser la mamá entendí que el quitarle a una mamá a su bebé es algo que no va conmigo, y ver a una mamá sola parir a un bebé (entiéndase sola= sin su pareja) tampoco!

Me parece importante destacar aquí que el papel del papá debe ser de pilar, de estar, de apoyo incondicional, entregado, compañero y amor para su pareja cuando éstos, a su vez, están recibiendo a su bebé, JUNTOS ya que juntos lo procrearon, juntos deben recibirlo. El papá otorga fuerza, paz, compañía a la madre. Le da confianza a ella y a él le regala lo más preciado: admiración por su pareja de su capacidad de dar vida. Nunca volverá a ver a esa mujer igual. Habrá una admiración por ella que es única. Que yo considero que se ha perdido y debe fortalecerse. Si un hombre no ve a su mujer parir, se pierde de esa admiración por ella que el día de mañana les dará fuerza para lo que les traerá la vida, para mantenerse juntos, criar a sus hijos y amarse más, por ellos, por su familia, por su pareja, por su unidad.

Papá en el parto

Papá en el parto

En la sociedad que vivimos, machista, falta que el hombre valore a la mujer. Creo que si todos los hombres vieran a sus bebés nacer y reconocieran la valentía de su mujer al parir (sin importar si es parto o cesárea), serían muy diferentes las relaciones de pareja, habría más amor entre ellos. Al parir estando tu pareja contigo se crea una complicidad que no se puede romper tan fácil.

Como ya les comenté, la semana pasada mi hermana se convirtió en mamá. Deberían de ver a su marido después del parto, la ve diferente, con admiración y con respeto que sólo esa experiencia le podría haber dado. No quiero decir que no la admirara ni amara antes, pero maduró, esa mirada es diferente, hay más complicidad, entrega y respeto mutuo.

¡Para mamá es necesario tener a ese pilar suyo en la vida, para papá es necesario verse nacer padre, convertirse en padre de esa criatura, verla a ella convertirse en mamá y saberse parte de ese proceso de convertirse en familia! (sin importar si es el primero, segundo, tercer bebé)

Papás: no se pierdan esa experiencia.

Mamás: déjense acompañar.

¿Qué opinan?

Gracias por leer

Déjame parir!

21 Ago

Hace ya mucho tiempo que no me doy un espacio para poder escribir… entre ser doctora, madre, esposa, empresaria… hay veces que es difícil poder ser y tener un espacio propio. Pero ahora aquí estoy porque creo que es importante compartir esta nueva experiencia en mi vida.

Hace poco más de 48 horas me convertí en mamá por segunda vez!!! Recibimos en la familia un hermoso niño y de ésto se trata mi relato hoy… de éste parto y el anterior…

Cuando me enteré que estaba embarazada por primera vez, recuerdo que mi primer pensamiento fue «quiero parto en agua» y no descansé hasta que encontré un médico con el cual vibrara yo, que supiera entender lo que yo quería y así conocí a José Luis y todo su maravilloso equipo. Ese embarazo fue muy diferente al segundo. Durante ese embarazo no trabajaba, le dedicaba mucho tiempo a leer cosas relacionadas con parto, crianza con apego, lactancia, yoga para embarazadas, curso psicoprofiláctico, etc… Éste embarazo fue tan diferente: trabajé hasta que me dieron mi incapacidad (42 días antes de la fecha probable de parto), no hice yoga para embarazadas, no tomé el curso psicoprofiláctico, no me di tiempo casi de nada porque no tenía ese tiempo!

Mi primer parto lo planeé cuidadosamente, quería que fuera en agua, en mi casa, con velas, flores, pan de plátano recién hecho, música especial… total, no dejé una sola cosa al «ahí se va!»… y dicen que si quieres hacer reír a Dios, le cuentes tus planes… no fue como yo quería… después de un trabajo de parto en la tina, hubo algunas cuestiones que me obligaron a salirme de la tina y posteriormente a irme al hospital para que me pudieran bloquear y ayudarme a sacar a mi nena. Recuerdo que cuando terminó mi parto le dije a mi doula «Moni, no lo logré» con lágrimas en los ojos. Me sentí muy triste de no poder realizar mi sueño de traer a mi nena al mundo en un parto dócil, en agua, con el menor sufrimiento de transición para ella.

Recuerdo que me preguntaba mucho porqué no había podido dejar a mi cuerpo parir como se debe, qué había bloqueado mi sabiduría interna de mujer, qué había hecho que mi miedo fuera más fuerte que mi voluntad. Culpé mi a mi entrenamiento de doctora, culpé a mi sociedad, el que mi mamá no hubiera podido parir y todos hubiéramos tenido que ser cesárea, culpé a mi útero por no contraerse apropiadamente… hasta que me di cuenta de que era miedo. No me dejé parir por miedo. Miedo a romper muchos esquemas que estaban incrustados en mi mente, miedo al dolor, a que por mi terquedad de querer un parto en agua no estuviera yo viendo los riesgos que ésto implicaba para mi y mi bebé… tantas cosas!

Ésta vez decidí trabajar sólo en eso. En mis creencias limitantes, y ésto es lo que pasó:

Fui el jueves de la semana pasada a mi chequeo de la frecuencia cardiaca fetal, acababa de ir al ultrasonido para revisar que la placenta y líquido amniótico estuvieran bien, donde me enteré que estaban de maravilla! Eso me tranquilizó y me resigné a seguir con mi panzota un poco más de tiempo. Mi gine me preguntó que cuándo nacería el bebé y yo, que siempre supe la respuesta, le dije «el sábado» (sin especificar qué sábado, pero muy segura que sería sábado!). Me sorprendí a mi misma de mi seguridad en la respuesta! Ahí dije «debo dejar a mi cuerpo ejercer su propia sabiduría, así que si me dice que será en sábado, así será y tengo que confiar en eso».

El viernes fue un día normal, comida en casa de mi mamá, rica plática con la familia, nos regresamos a la casa finalmente a la rutina de siempre, darle de cenar a la nena, bañarla y acostarla. Mis contracciones de Braxton Hicks habían estado como siempre, así que yo estaba tranquila. A las 3:20 am me despertó una contracción más fuerte de lo normal. Desperté a mi marido y decidimos esperar un par de contracciones más. Me preguntó mi marido si ya era hora. Yo estaba asustada porque no me sentía preparada como la primera vez! Pero una vez más decidí dejar que mi cuerpo respondiera y sólo dije «Si te dijera que no, estaría en negación» así que nos preparamos ya para irnos al hospital. Llegamos y todo estaba listo, el equipo médico, con lo que me sentí tranquila. Por como me sentí me dijeron que ya era hora de meterme a la tina, si así quería yo (eran las 5 am), así que decidí que sí. Las contracciones disminuyeron un poco, pero fueron acrecentándose haciéndome incluso pedir un par de veces que ya me hicieran cesárea! no quería más dolor! jajaja Gracias a Dios no me hicieron caso! Mi marido no me vio lo suficientemente convencida y sabía que me arrepentiría después si en ese momento cedía. Estuve viendo el reloj cada ratito, lo cual hacía que el tiempo pasara más lento. Quería yo controlar las cosas, le preguntaba a todos que si no sabían como cuánto faltaba y la respuesta era «lo necesario!» , así que entendí que debía dejar de controlar todo. Cada contracción, mi doula me decía «abre, deja fluir», así que lo único en mi mente era visualizar cómo debía abrir para dejar fluir. Eso me ayudó muchísimo! Dejarle el control a mi cuerpo. Cuando me revisaron por primera vez (y única), mi dilatación era de 8-9 (ya casi!! el objetivo es 10!!) y me di cuenta de que debía dejarme parir a mi misma, ya no ver el reloj, ya no intentar controlar, sólo visualizar la sabiduría de mi cuerpo… es difícil hacerlo aunque ya hayas tomado la decisión, hay que romper muchos esquemas…No volví a preocuparme (ni me acordé) por el impedimento de parir a mi niña por el dolor de mi útero de la vez pasada, no volví a considerar bloqueo ni cesárea ni nada, sólo dejar fluir, dejarme parir!

Puedo concluir que a partir de ese momento el tiempo pasó rápido, empezaron las contracciones más efectivas y por fin apareció mi muchachote, un hermoso niño de 4.3 kilos, cabezón, que a los 2 minutos ya estaba comiendo mientras nos manteníamos unidos por el cordón umbilical todavía, hasta que éste dejó de latir. Cuando llegó el momento de cortar el cordón, su papá lo hizo y yo estaba muy consciente de que ese sería el último momento en el que estaríamos así de unidos, por un lazo por el que lo mantuve con vida los últimos meses… Agradecí muchísimo esa oportunidad de verle a los ojos y decirle «TE AMO» mientras nos separaban. Algo que no pude hacer la vez pasada y si hubiera sido cesárea, menos hubiera podido!!!

pablo

A las pocas horas de haber parido, tomé un baño y preparamos a nuestro niño para regresar a casa con la princesa y estar en familia.

Al principio me sentía molida, como si me hubieran atropellado! Dormí muy poco, pero de todos modos me sentía bien. Ya incluso hoy, 48 horas posteriores al parto, me siento al 95%! Todavía tengo entuertos, pero ya muy pocos, ya bajó la leche y me siento más feliz que nunca de haber podido realizar la hazaña de parir, sin anestesia, sin prejuicios, sin miedos, sin limitantes mías ni de nadie!

Cómo poner límites?

1 Feb

Como ya les he comentado anteriormente, trabajo en un colegio, y aquí convivo con más de 3 mil niños diario, desde los 2 años 8 meses hasta los 19 años de edad.

Qué observo? Uf, si les contara! Entre todo lo que puedo comentar, es un tema que como mamá que ha decidido criar en apego, me resulta un tema con mucha contradicción: cómo ponerle límites a los hijos?

Obviamente entre tantos alumnos, uno observa de todo, desde los que realmente son bien educados y comportados hasta los que creen que uno está aquí a su merced sin siquiera merecer un «por favor» y un «gracias». He visto cómo les hablan los hijos a los padres, con aquel despecho y coraje que no puede uno creer que un hijo lo pueda sentir por una madre… pero pues sí los hay!

He visto que los papás tienen muchos problemas para poner límites y establecer fronteras, y también he escuchado a los hijos que lo único que quieren es que sus papás les digan que «no».

Por esto mismo me cuestiono mi manera de actuar con mi nena, cómo establecer un balance. Es una niña tranquila, no es la típica que hace berrinche en el restaurant o en el super y hay que salir de ahí  con el niño en brazos ante la mirada de todos por el escándalo. Sí de pronto se hace notar y exige atención, obvio! Pero gracias a Dios (y supongo que a la educación que hemos decidido darle), es una niña que se siente amada. Sí le decimos que no a las cosas que no están bien, todavía no tiene un año y siempre da gracias (aunque yo no se lo recuerde) y el por favor y a lo entiende perfecto! (ese sí se lo recuerdo siempre todavía).

Pero por todo ésto, y porque sé que no soy la única mamá con estas dudas, les quiero compartir el punto de vista de la experta!

Poner límites

Cuando yo era niña, era el reinado de los padres. Toda su autoridad se hacía sentir sobre los niños y no había manera de discutir nada. El argumento era siempre, ¡Quiero que hagas las cosas así, simplemente porque yo lo digo y no hay discusión!

niño sentado

Cuando yo tuve hijos, fue el reinado de los hijos. Los educadores y formadores, se orientaron más hacia el respeto a los niños, a dejarlos expresarse, a que pudieran SER y a cuidar que no fueran a experimentar los traumas y las frustraciones que la educación autoritaria había producido.

Ahora observo, mamás y papás que adoran a sus hijos, pero que tienen miedo de poner límites. Es algo así como una línea muy delgada entre: «Hasta dónde le permito para que no se enoje y yo no me sienta culpable…»

Encuentro a papás agotados porque acaban convirtiéndose en los esclavos de sus hijos. No importa qué edad tengan ni unos ni los otros. Se reproduce en todos lados. Muchas veces los hijos se vuelven unos pequeños tiranos. Esto además causa problemas y tensiones entre los padres.

Yo he encontrado que lo que está por debajo de ese miedo a poner límites tiene muchas veces que ver con un miedo a que si lo corrijo o lo regaño, puede ser que no me quiera tanto… que no me considere tan buena (o), o que se enoje conmigo…

La buena noticia para todos los papás es la siguiente:

Poner límites le da seguridad a sus hijos!!!

niño comiendo

Poner límites, le produce una frustración momentánea al niño o niña, pero lo contiene!!!

Poner límites, envía el mensaje de TE QUIERO!!!

Han visto ustedes a un niño(a) que hace un berrinche por horas??? Estoy amplificando, no son horas desde luego, pero sí puede ser algo muy largo! Qué está sucediendo con ese niño(a) a quien no se le detiene? Dentro de él o ella, va creciendo un enorme rencor hacia papá o mamá, empieza a desarrollarse una furia que no sabe cómo contener, porque nadie lo detiene!

Qué preferimos, parar el berrinche pronto y pasar a otra cosa, o dejarlo a que su sentimiento de enojo crezca y crezca? Desde luego que detenerlo!

Podemos decirle: «Entiendo que estés enojado(a), pero esto es lo que vamos a hacer ahora»!

Cuando decimos «Entiendo«, ayudamos a bajar la tensión y a que se sienta comprendido(a), y es diferente a si decimos: «Me tienes harta y no puedo entender qué quieres»!

Otro recurso fallido, es preguntar: Por qué hiciste esto? Si alguien nos pregunta a nosotros, por qué lo hiciste, lo más probable es que no lo sepamos, y tampoco nos sirve de nada saber: ¡porque quise hacerlo! La pregunta sería siempre: Para qué lo hiciste? Eso nos permite tener más elementos de análisis.

Queremos que la personalidad de nuestros hijos florezca y nosotros como padres no queremos impedirlo, queremos que sean felices, queremos que tengan tolerancia a las frustraciones, que no tengan miedos, que sean personas valiosas, que tengan seguridad en ellos mismos… y también como padres, queremos gozar de nuestras propias vidas, armonizando la educación de nuestros hijos con nuestro propio crecimiento personal, nuestro entorno, nuestras relaciones… queremos llegar a nuestro hogar y saber que hay armonía, que la convivencia es agradable… aprendamos entonces a poner límites razonables, de manera que nosotros queramos llegar a nuestra casa, que podamos convivir con nuestros hijos y que ellos florezcan y saquen sus recursos personales para ser felices en la vida.

Estoy segura de que ustedes conocen muchas personas muy valioso(a)s, pregúntense:

¿se formó en base a que nunca lo contradijeran?

Heidi Rangel Knoderer

Psicoterapia Breve

facebook: psicoterapia.breve.online

Qué opinan?

Gracias por leer!

Quiero una de estas!

15 Feb


“Miércoles Mudo” es un carnaval de blogs o blog hop iniciado por Maybelline de Naturalmente Mamá y participar es muy fácil, solo debes publicar los miércoles una foto (s) sin escribir nada para explicarla (s) (de ahí viene lo mudo). Luego no olvides enlazar en el linky que está debajo y dejar un comentario en cada uno de los blogs que decidas visitar. Para conocer como nació el Miércoles mudo y sus reglas, puedes hacer click aquí.

¡Feliz Miércoles!



Mi lactancia

23 Sep

Me encontré por la web una encuesta que me pareció muy interesante y se las quiero compartir antes que nada para quien quiera colaborar:

PhotobucketEn cuanto a mi experiencia quiero contarles que en lo personal, yo fui amamantada solamente 40 días… porqué? Porque a los 40 días de mi nacimiento mi papá decidió invitar a mi mamá a un viaje, para que «descansara» de «tenerme» que cuidar… obvio mi mamá no quería ir, pero no tuvo mucha alternativa. El siguiente de mis hermanos fue amamantado 3 meses,  y los últimos 8 y 9 meses respectivamente.

En la carrera, medicina, aprendí todas las maravillas y ventajas que tiene la lactancia. Recuerdo que una vez fuimos a visitar unos niños en el cunero y el pediatra que estaba hablándonos acerca de la lactancia volteó con 2 de nosotros (los más pasados de peso) y nos dijo: «ustedes no fueron amamantados más de 2 meses, verdad?» y yo rápido contesté que no, pero que porqué sabía (mi compañero fue amamantado todavía menos tiempo que yo). Nos dijo entonces que la lactancia materna era un seguro muy efectivo contra la obesidad, porque la leche materna tiene la cantidad exacta de grasa que necesita el cuerpo y que si amamantamos a nuestros bebés más de 6 meses ( o al menos los primeros 6 meses exclusivos), entonces su cuerpo aprende cuánta es la cantidad de grasa que necesita en cada comida, y que el resto lo irá desechando conforme se la demos. Así es como funciona este «seguro contra la obesidad».

Claro que además están todas las maravillas de las inmunoglobulinas (que son quienes protegen a nuestros bebés de los patógenos del ambiente), las vitaminas, el hierro…

El hierro en la leche materna también tiene su cuestión interesante! El hierro que se encuentra en la leche de vaca (y por lo tanto en las fórmulas) es MAYOR, si, eso sí… PERO el hierro en la leche materna es MEJOR! ¿Porqué? Simple y sencillamente porque se absorbe mejor en el intestino humano. Si, claro, es la leche que nos corresponde! Entonces no importa que no haya tanto hierro, porque en realidad de todo el hierro que tiene la leche de vaca, muy poquito se absorbe, en cambio de todo el hierro que tiene la leche materna, toda se absorbe, así que acaba siendo más el hierro que se queda en el cuerpo del bebé y por lo tanto es más el que lo fortifica! Es sabio el cuerpo, es sabia la naturaleza!

Cuando me embaracé, siempre tuve muy en claro qué era lo que yo quería hacer: un parto humanizado y una lactancia prolongada! Creo que son 2 de los regalos más grandes que podré darle a mi bebé (claro, ya luego viene la educación y enseñarle el mundo, pero es a otro nivel). Creo que además la lactancia es un regalo para la mujer, un momento único en la vida, que no dura mucho (por mucho que la alarguemos) y que nos forma un vínculo único con nuestro bebé. Es además un regalo maravilloso para nuestro organismo ya que protege de enfermedades que cada día están más al día como el cáncer de mama y la osteoporosis… Quién no quiere protegerse de ellas?!?! Quienes no están informadas!

Creo que también algo que me ayudó al 100% fue el alojamiento conjunto, pedí y busqué que así fuera. Desde ahí empezó todo, a los menos de 10 minutos de nacer, mi bebé estaba conmigo, alimentándose!

Tengo ya casi 7 meses de mamá, mismo tiempo que hemos llevado una lactancia hermosa (salvo los primeros 10 días en que nos ajustamos), en la que no he sentido rechazo de la sociedad, pero es también porque he sido discreta. Tiempo en el que agradezco cada toma que puedo darle a mi bebé, cada mirada maravillosa de amor, cada caricia que me da mi bebé, cada mirada de mi marido de admiración… momentos maravillosos de fortalecimiento del lazo más increíble que viviré: mamá-bebé.

Me da tristeza escuchar a mamás que dicen que su leche «no sirve» o «no llena» o «le cae mal al bebé»… me da lástima por ellas, por lo mal informadas que están, por la falta de comunicación con su propio cuerpo y su bebé… pero más lástima siento por aquellas que tienen que dejar de amamantar a su bebé por cuestiones de fuerza mayor como una enfermedad… tanta tristeza me dan esos casos que hay veces que me dan ganas de ser nodriza jajajaja….

Tuve mis dudas en cuanto a la lactancia los primeros 10 días, que si sería tan dolorosa siempre… mi mamá me las despejó, me apoyó y me sirvieron también muchísimo mis clases de lactancia, el apoyo de mi doula y saber todo lo que sabía respecto a lo que estaba haciendo!

Mujeres: si tienen dudas, investiguen!

Hombres: también! y si sirve mucho el apoyo de papá, eh!

Gracias por leer!

¿Qué es el test de APGAR que se les practica a los recién nacidos?

25 Ago

El APGAR es una escala que se practica al bebé cuando acaba de nacer. El objetivo es valorar si se encuentra en adecuado estado o necesita ser reanimado.

Los parámetros que se utilizan van desde 2 puntos hasta 0 y el objetivo es llegar a 10 (o lo más cercano). Una puntuación de 7 a 10 se considera normal o adecuada, de 4 a 7 se requieren medidas mediatas resucitativas y menos de 4 necesitan medidas inmediatas y más radicales.

El APGAR se valora al momento de nacer y 10 minutos después, por eso generalmente nos dicen que nuestro bebé obtuvo 9-9, o 7-9, o 4-8 o algún valor acompañado de otro más… el inicial es de la primera valoración y la segunda es de 10 minutos después.

Los parámetros son los siguientes:

Señal 0 Puntos 1 Punto 2 Puntos

A

Actividad (movimientos) Nada o débil Escasos Movimientos activos

P

Pulso (frecuencia cardiaca) Ninguna Menos de 100 Más de 100

G

Llanto (irritabilidad refleja) Ninguna Mueca, lloriqueos Llanto vigoroso

A

Aspecto (color de la piel) Pálido o azul Cuerpo rosado, miembros pálidos Rosado, todo el cuerpo

R

Respiración Nula Lenta, irregular Llanto fuerte
Éstos parámetros generalmente se miden teniendo al bebé en una fuente de calor, pero en el parto humanizado, respetado, no se le da la misma importancia a la exactitud de los mismos, claro que se toman y se actúa en caso necesario, pero es realizado estando en brazos de mamá, y muchas veces no hay llanto, pero el bebé está alerta y buscando mamar. La fuente de calor no es necesaria debido a que mamá proporciona el calor necesario al bebé quien es incapaz de mantener su temperatura sus primeros momentos de vida.
El color de la piel es generalmente el parámetro que hace que los bebés nunca tengan un 10 de valoración inicial pues nacen rosaditos del cuerpo y con los miembros pálidos.
Es parte de la crianza con apego el respetar estos momentos mamá bebé en que se están conociendo! Y se remata el paquete con alojamiento conjunto ya que después de nacer y realizarle el APGAR en brazos de mamá, se van juntos al cuarto para no separarse e iniciar una adecuada lactancia (muchas veces desde el momento de la valoración).
Ojo, no estoy quitándole su importancia al APGAR, simplemente lo recomiendo más humano, más respetado el momento mamá-bebé!
Gracias por leer!

Cambios emocionales durante el embarazo

22 Ago

No crean que sólo el cuerpo cambia!! El que las hormonas estén fluctuando tanto también nos altera las emociones, además de todos los cambios de vida que vienen… es una cascada de sensaciones!

Es importante que sepamos que son normales estos sentimientos, que nos pasa a la mayoría de las embarazadas y que si hay cosas que nos puedan ayudar!

Para los cambios hormonales, que se dan en todo el cuerpo, y que influyen en el ánimo (si, igual que en «nuestros días» pero potenciado!), podemos estar irritables, hipercríticas, reaccionar de manera exagerada (quién nos entiende?). Pero no se frustren mamás! Ni tampoco es de vergüenza! Es parte del proceso para ser mamá!

El hecho de que nuestro cuerpo cambie, y de forma tan rápida, hace que también nos sintamos preocupadas… sobre todo por esos kilos de más. Aceptémoslo! Las panzas son divinas! Claro, siempre y cuando cuidemos de no subir de peso exageradamente y nos pongamos en riesgo de salud o pongamos en riesgo al bebé! Veamos el redondeamiento de nuestro vientre como la maduración de un fruto y démosle gracias al cuerpo por tan maravilloso regalo, por su fertilidad! Orgullo ante todo! ¿A poco no les gusta ver embarazadas? Se ven hermosas! o no?!?!

Los sentimientos encontrados son frecuentes, puede ser que nos emocione la idea de recibir una nueva vida en brazos y luego nos abrume la idea de la responsabilidad que ello conlleva. Es cierto, nos encontramos frente a replanteos y cambios, preocupaciones y temores… Pero es una oportunidad hermosa de crecimiento personal y de pareja, siempre y cuando todo lo veamos positivamente!

Los miedos no están excluidos en este momento… siempre nos han dicho que el parto duele, y hasta dicen que cuando tienes a tu bebé «te alivias»! Por eso le tememos! Aquí mi recomendación es una preparación al parto, con otras madres y parejas que estén pasando por lo mismo, que los prepare gente que es experta en el ramo, que los van a acompañar para que se sientan cobijados.

También es importante que mamá y papá no se aparten, que platiquen porque lo más probable es que los dos tengan los mismos miedos e inquietudes, las mismas ilusiones y sentimientos. Hablen entre ustedes y siéntanse acompañados como la pareja que son… y dense el tiempo de encontrar gente maravillosa que los acompañe! La hay!

Y como siempre, mi consejo es que se informen! De todo lo que pasa y pasará… de sus opciones y lo que más va con el tipo de persona y pareja que son.

Disfruten los cambios, son rápidos y así de rápido pasan. Es una etapa que quedará grabada en sus memorias de manera divina! Es la preparación para recibir al fruto de su amor!

Gracias por leer!

Colecho

16 Ago

¿Qué es el colecho?

Inicialmente yo no conocía siquiera la palabra… la aprendí después de haberlo aplicado!

Colecho viene de compartir el lecho. Es el hecho de mantener a tu bebé contigo en tu cama, dormir compartiendo el lecho en familia. Es no utilizar una cuna apartada y no separarlo de cuarto.

Desde que nació mi bebé, yo sin siquiera saberlo, apliqué el colecho. Mantuve a mi bebé en su moisés a mi lado cuando yo me quedaba dormida, y después, cuando ella se despertaba y yo le daba de comer (acostada… practiquísimo!), me quedaba dormida con ella junto a mi. No es algo peligroso, como podría creerse, pues aunque la mamá esté dormida junto a su bebé, y el papá también, ambos están muy alerta de que el bebé está ahí (puede ser que papá tarde un poco más en hacerlo consciente, por lo que se aconseja que mamá duerma entre ambos para evitar accidentes). Mamá duerme mucho mejor pues aunque se despierta para acomodar al bebé para que coma, no se alcanza a despertar al 100%. Yo lo constaté! Hay noches en que no se si me desperté 1, 2 o 3 veces.

Las ventajas, además de las que tiene la mamá, para el bebé son inmensas!! El bebé aprende a respirar al ritmo de la respiración de mamá y no logra dormirse tan profundamente que se le «olvide» respirar, lo cual disminuye mucho los riesgos de muerte «de cuna».

En lo que respecta a su autoestima, el bebé se siente siempre amado, no siente que le «estorbe» a papá y mamá. Sabe que es parte de la familia, que es bienvenido y muy amado. Incluso cuando se despierta, es raro que llore, intenta comunicar a su madre que tiene hambre sin llorar, buscándola o moviéndose! Sabe que están sus papás ahí para cubrir sus necesidades básicas!

 

En cuanto a nuestro colecho…

Cuándo debo de dejar esta práctica? La verdad? Mi bebé tiene 5 meses y yo sigo feliz en el colecho, mi marido igual y la bebé también, despierta siempre con una sonrisa y todo el mundo siempre me dice «tu bebé es una bebé feliz, se le nota». Estoy convencida de que se sabe amada, muy amada… así que nuestro colecho terminará cuando sea tiempo… yo creo que todos tenemos nuestro propio tiempo.

Cómo lo distingo? Cuando llegue el momento lo veré! Me daré cuenta, pero ahorita no me preocupo, mejor LO DISFRUTO!!

Aconsejo el colecho? 100%!!

Favorece a la lactancia? 100%!!

Claro que hay que agradecerle mucho a mi marido por ser un papá que también respeta y disfruta esta práctica de familia!

¿Ustedes qué opinan? A favor o en contra? Lo han practicado?

 

Gracias por leer!!

Bienvenidos a mi mundo!

6 Ago

Soy Karina. Por definición cronológica soy mujer, hija, hermana, amiga, doctora, esposa enamorada y madre, empresaria. Además me considero muy optimista, capaz, entregada y emprendedora.

Descubrí el mundo de la medicina desde muy chica, me enamoré del cuerpo humano y la creación divina que es, de sus capacidades y limitaciones. Logré hacer mi carrera, aprender de mis maestros, compañeros, pacientes… amo cada minuto que pasé en el estudio de la medicina, aunque en su momento haya odiado algunos días! Estoy orgullosa de haber realizado mi sueño, soy doctora!

Me casé con el amor de mi vida, con el hombre más increíble que cruzó mi vida, quien más me ama y me lo demuestra a diario. Lo admiro y soy feliz construyendo una vida juntos. Tenemos una bebé que nació el 26 de febrero del 2011 y se ha convertido en el regalo más hermoso que nos ha dado Dios, la vida, el universo. Descubrí la crianza con apego, la maravilla y regalo de la lactancia, del la extrogestación, de estar ahí para ella siempre! y eso es lo que quiero compartir con ustedes por este medio.

A los 15 días de haber nacido mi bebé me regalaron un fular. Considero que fue de los mejores, si no el mejor regalo que recibí! Me abrió las puertas a un mundo hermoso! Busqué por muchas partes otros fulares y no encontré. La gente me para en las calles para preguntarme dónde lo compré y así fue que decidí comenzar mi negocio… por falta de fulares a la venta y porque de verdad los considero una bendición!

Cada día aprendo cosas nuevas y me encanta! Espero poder compartir un poco de mi aquí y aportar un granito de arena para hacer de este regalo de ser mamá, una bendición generalizada!!

Gracias por leer!