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Mi hermana es una madre!

17 Dic

Pues sí, así mero, no en mal sentido de la frase sino en el mejor sentido habido y por haber: se convirtió en madre!! El día 12 del 12 a las 12:12 llegó al mundo Luciano, su primer hijo y mi primer sobrino carnal.

No puedo expresar lo que esto ha significado para la familia. Es un momento mágico la llegada de otro bebé a casa (el mío llegó hace apenas 4 meses también!!). Ellos siempre renuevan y hacen crecer corazones. Cada uno se forja un espacio único y especial en el corazón de cada miembro de la familia. A mi, me convirtió en tía! (mi nena convirtió a todos mis hermanos en tíos y a mis papás en abuelos). Qué emoción me da!

Mi hermana es ahora una madre en toda la extensión de la palabra, entregada a su bebé, dedicada a él, preocupada por su bienestar, porque él siempre sepa lo mucho que lo ama… una transformación que no me hubiera imaginado jamás en tan poco tiempo y menos a su edad (22). Es una madre hermosa, mujer, esposa y hermana, pero ahora más que todo es MADRE de un pequeño divino que vino a cambiar vidas.

Te felicito muñeca por como has recibido a este pequeñín en tu corazón! Por tu decisión de traerlo al mundo de la manera que tu consideraste la mejor, un excelente trabajo de parto, en agua, tener a tu bebé en alojamiento conjunto y una lactancia entregada! Todo esto habla de tu compromiso como madre, del amor que pones a tu hijo anteponiendo tu propio miedo. Eres muy valiente. Muy admirable. Felicidades otra vez!pao y luciano

Déjame parir!

21 Ago

Hace ya mucho tiempo que no me doy un espacio para poder escribir… entre ser doctora, madre, esposa, empresaria… hay veces que es difícil poder ser y tener un espacio propio. Pero ahora aquí estoy porque creo que es importante compartir esta nueva experiencia en mi vida.

Hace poco más de 48 horas me convertí en mamá por segunda vez!!! Recibimos en la familia un hermoso niño y de ésto se trata mi relato hoy… de éste parto y el anterior…

Cuando me enteré que estaba embarazada por primera vez, recuerdo que mi primer pensamiento fue «quiero parto en agua» y no descansé hasta que encontré un médico con el cual vibrara yo, que supiera entender lo que yo quería y así conocí a José Luis y todo su maravilloso equipo. Ese embarazo fue muy diferente al segundo. Durante ese embarazo no trabajaba, le dedicaba mucho tiempo a leer cosas relacionadas con parto, crianza con apego, lactancia, yoga para embarazadas, curso psicoprofiláctico, etc… Éste embarazo fue tan diferente: trabajé hasta que me dieron mi incapacidad (42 días antes de la fecha probable de parto), no hice yoga para embarazadas, no tomé el curso psicoprofiláctico, no me di tiempo casi de nada porque no tenía ese tiempo!

Mi primer parto lo planeé cuidadosamente, quería que fuera en agua, en mi casa, con velas, flores, pan de plátano recién hecho, música especial… total, no dejé una sola cosa al «ahí se va!»… y dicen que si quieres hacer reír a Dios, le cuentes tus planes… no fue como yo quería… después de un trabajo de parto en la tina, hubo algunas cuestiones que me obligaron a salirme de la tina y posteriormente a irme al hospital para que me pudieran bloquear y ayudarme a sacar a mi nena. Recuerdo que cuando terminó mi parto le dije a mi doula «Moni, no lo logré» con lágrimas en los ojos. Me sentí muy triste de no poder realizar mi sueño de traer a mi nena al mundo en un parto dócil, en agua, con el menor sufrimiento de transición para ella.

Recuerdo que me preguntaba mucho porqué no había podido dejar a mi cuerpo parir como se debe, qué había bloqueado mi sabiduría interna de mujer, qué había hecho que mi miedo fuera más fuerte que mi voluntad. Culpé mi a mi entrenamiento de doctora, culpé a mi sociedad, el que mi mamá no hubiera podido parir y todos hubiéramos tenido que ser cesárea, culpé a mi útero por no contraerse apropiadamente… hasta que me di cuenta de que era miedo. No me dejé parir por miedo. Miedo a romper muchos esquemas que estaban incrustados en mi mente, miedo al dolor, a que por mi terquedad de querer un parto en agua no estuviera yo viendo los riesgos que ésto implicaba para mi y mi bebé… tantas cosas!

Ésta vez decidí trabajar sólo en eso. En mis creencias limitantes, y ésto es lo que pasó:

Fui el jueves de la semana pasada a mi chequeo de la frecuencia cardiaca fetal, acababa de ir al ultrasonido para revisar que la placenta y líquido amniótico estuvieran bien, donde me enteré que estaban de maravilla! Eso me tranquilizó y me resigné a seguir con mi panzota un poco más de tiempo. Mi gine me preguntó que cuándo nacería el bebé y yo, que siempre supe la respuesta, le dije «el sábado» (sin especificar qué sábado, pero muy segura que sería sábado!). Me sorprendí a mi misma de mi seguridad en la respuesta! Ahí dije «debo dejar a mi cuerpo ejercer su propia sabiduría, así que si me dice que será en sábado, así será y tengo que confiar en eso».

El viernes fue un día normal, comida en casa de mi mamá, rica plática con la familia, nos regresamos a la casa finalmente a la rutina de siempre, darle de cenar a la nena, bañarla y acostarla. Mis contracciones de Braxton Hicks habían estado como siempre, así que yo estaba tranquila. A las 3:20 am me despertó una contracción más fuerte de lo normal. Desperté a mi marido y decidimos esperar un par de contracciones más. Me preguntó mi marido si ya era hora. Yo estaba asustada porque no me sentía preparada como la primera vez! Pero una vez más decidí dejar que mi cuerpo respondiera y sólo dije «Si te dijera que no, estaría en negación» así que nos preparamos ya para irnos al hospital. Llegamos y todo estaba listo, el equipo médico, con lo que me sentí tranquila. Por como me sentí me dijeron que ya era hora de meterme a la tina, si así quería yo (eran las 5 am), así que decidí que sí. Las contracciones disminuyeron un poco, pero fueron acrecentándose haciéndome incluso pedir un par de veces que ya me hicieran cesárea! no quería más dolor! jajaja Gracias a Dios no me hicieron caso! Mi marido no me vio lo suficientemente convencida y sabía que me arrepentiría después si en ese momento cedía. Estuve viendo el reloj cada ratito, lo cual hacía que el tiempo pasara más lento. Quería yo controlar las cosas, le preguntaba a todos que si no sabían como cuánto faltaba y la respuesta era «lo necesario!» , así que entendí que debía dejar de controlar todo. Cada contracción, mi doula me decía «abre, deja fluir», así que lo único en mi mente era visualizar cómo debía abrir para dejar fluir. Eso me ayudó muchísimo! Dejarle el control a mi cuerpo. Cuando me revisaron por primera vez (y única), mi dilatación era de 8-9 (ya casi!! el objetivo es 10!!) y me di cuenta de que debía dejarme parir a mi misma, ya no ver el reloj, ya no intentar controlar, sólo visualizar la sabiduría de mi cuerpo… es difícil hacerlo aunque ya hayas tomado la decisión, hay que romper muchos esquemas…No volví a preocuparme (ni me acordé) por el impedimento de parir a mi niña por el dolor de mi útero de la vez pasada, no volví a considerar bloqueo ni cesárea ni nada, sólo dejar fluir, dejarme parir!

Puedo concluir que a partir de ese momento el tiempo pasó rápido, empezaron las contracciones más efectivas y por fin apareció mi muchachote, un hermoso niño de 4.3 kilos, cabezón, que a los 2 minutos ya estaba comiendo mientras nos manteníamos unidos por el cordón umbilical todavía, hasta que éste dejó de latir. Cuando llegó el momento de cortar el cordón, su papá lo hizo y yo estaba muy consciente de que ese sería el último momento en el que estaríamos así de unidos, por un lazo por el que lo mantuve con vida los últimos meses… Agradecí muchísimo esa oportunidad de verle a los ojos y decirle «TE AMO» mientras nos separaban. Algo que no pude hacer la vez pasada y si hubiera sido cesárea, menos hubiera podido!!!

pablo

A las pocas horas de haber parido, tomé un baño y preparamos a nuestro niño para regresar a casa con la princesa y estar en familia.

Al principio me sentía molida, como si me hubieran atropellado! Dormí muy poco, pero de todos modos me sentía bien. Ya incluso hoy, 48 horas posteriores al parto, me siento al 95%! Todavía tengo entuertos, pero ya muy pocos, ya bajó la leche y me siento más feliz que nunca de haber podido realizar la hazaña de parir, sin anestesia, sin prejuicios, sin miedos, sin limitantes mías ni de nadie!

Si el universo se expande…

2 Sep

Alguna vez han escuchado que «el universo se expande con cada idea»? La base de ésto es que se dice que cada idea genera otra idea y esa a su vez otra más y así seguimos incontables ideas y por de ésta manera es que el universo se expande…

Yo sí lo creo así, pero hay otra cosa que creo más todavía, porque lo vivo y lo entiendo desde mi realidad hoy: si el universo se expande con cada idea, mi amor de madre se expande con cada mirada, cada caricia, cada recuerdo y cada vivencia al lado de mi bebé!

Es una idea que no me cabía en la cabeza hace poco más de 6 meses. No me imaginaba cómo sería mi vida con mi bebé y ahora no puedo imaginar mi vida sin ella. Es algo que sólo aquellas personas que son mamás pueden entender (o papás!) y que agradezco inmensamente poder captar, no con la mente, sin con el corazón!

Cada día que me voy a dormir siento que mañana no podré querer más a mi familia, mi bebé y mi marido, pero cada día despierto más enamorada de mi vida y lo que he construido al lado de un ser tan maravilloso, que ha resultado en una familia que me tiene loca de amor.

El embarazo fue mágico, con sus cosas buenas, sus incomodidades, sus maravillas… pero tener a mi bebé en brazos, alimentarla del mismo cuerpo que le dio vida, no tiene igual! Viva la lactancia!

Si, lo se… hoy me puse romántica!

Gracias por leer!

¿Qué es el test de APGAR que se les practica a los recién nacidos?

25 Ago

El APGAR es una escala que se practica al bebé cuando acaba de nacer. El objetivo es valorar si se encuentra en adecuado estado o necesita ser reanimado.

Los parámetros que se utilizan van desde 2 puntos hasta 0 y el objetivo es llegar a 10 (o lo más cercano). Una puntuación de 7 a 10 se considera normal o adecuada, de 4 a 7 se requieren medidas mediatas resucitativas y menos de 4 necesitan medidas inmediatas y más radicales.

El APGAR se valora al momento de nacer y 10 minutos después, por eso generalmente nos dicen que nuestro bebé obtuvo 9-9, o 7-9, o 4-8 o algún valor acompañado de otro más… el inicial es de la primera valoración y la segunda es de 10 minutos después.

Los parámetros son los siguientes:

Señal 0 Puntos 1 Punto 2 Puntos

A

Actividad (movimientos) Nada o débil Escasos Movimientos activos

P

Pulso (frecuencia cardiaca) Ninguna Menos de 100 Más de 100

G

Llanto (irritabilidad refleja) Ninguna Mueca, lloriqueos Llanto vigoroso

A

Aspecto (color de la piel) Pálido o azul Cuerpo rosado, miembros pálidos Rosado, todo el cuerpo

R

Respiración Nula Lenta, irregular Llanto fuerte
Éstos parámetros generalmente se miden teniendo al bebé en una fuente de calor, pero en el parto humanizado, respetado, no se le da la misma importancia a la exactitud de los mismos, claro que se toman y se actúa en caso necesario, pero es realizado estando en brazos de mamá, y muchas veces no hay llanto, pero el bebé está alerta y buscando mamar. La fuente de calor no es necesaria debido a que mamá proporciona el calor necesario al bebé quien es incapaz de mantener su temperatura sus primeros momentos de vida.
El color de la piel es generalmente el parámetro que hace que los bebés nunca tengan un 10 de valoración inicial pues nacen rosaditos del cuerpo y con los miembros pálidos.
Es parte de la crianza con apego el respetar estos momentos mamá bebé en que se están conociendo! Y se remata el paquete con alojamiento conjunto ya que después de nacer y realizarle el APGAR en brazos de mamá, se van juntos al cuarto para no separarse e iniciar una adecuada lactancia (muchas veces desde el momento de la valoración).
Ojo, no estoy quitándole su importancia al APGAR, simplemente lo recomiendo más humano, más respetado el momento mamá-bebé!
Gracias por leer!

Colecho

16 Ago

¿Qué es el colecho?

Inicialmente yo no conocía siquiera la palabra… la aprendí después de haberlo aplicado!

Colecho viene de compartir el lecho. Es el hecho de mantener a tu bebé contigo en tu cama, dormir compartiendo el lecho en familia. Es no utilizar una cuna apartada y no separarlo de cuarto.

Desde que nació mi bebé, yo sin siquiera saberlo, apliqué el colecho. Mantuve a mi bebé en su moisés a mi lado cuando yo me quedaba dormida, y después, cuando ella se despertaba y yo le daba de comer (acostada… practiquísimo!), me quedaba dormida con ella junto a mi. No es algo peligroso, como podría creerse, pues aunque la mamá esté dormida junto a su bebé, y el papá también, ambos están muy alerta de que el bebé está ahí (puede ser que papá tarde un poco más en hacerlo consciente, por lo que se aconseja que mamá duerma entre ambos para evitar accidentes). Mamá duerme mucho mejor pues aunque se despierta para acomodar al bebé para que coma, no se alcanza a despertar al 100%. Yo lo constaté! Hay noches en que no se si me desperté 1, 2 o 3 veces.

Las ventajas, además de las que tiene la mamá, para el bebé son inmensas!! El bebé aprende a respirar al ritmo de la respiración de mamá y no logra dormirse tan profundamente que se le «olvide» respirar, lo cual disminuye mucho los riesgos de muerte «de cuna».

En lo que respecta a su autoestima, el bebé se siente siempre amado, no siente que le «estorbe» a papá y mamá. Sabe que es parte de la familia, que es bienvenido y muy amado. Incluso cuando se despierta, es raro que llore, intenta comunicar a su madre que tiene hambre sin llorar, buscándola o moviéndose! Sabe que están sus papás ahí para cubrir sus necesidades básicas!

 

En cuanto a nuestro colecho…

Cuándo debo de dejar esta práctica? La verdad? Mi bebé tiene 5 meses y yo sigo feliz en el colecho, mi marido igual y la bebé también, despierta siempre con una sonrisa y todo el mundo siempre me dice «tu bebé es una bebé feliz, se le nota». Estoy convencida de que se sabe amada, muy amada… así que nuestro colecho terminará cuando sea tiempo… yo creo que todos tenemos nuestro propio tiempo.

Cómo lo distingo? Cuando llegue el momento lo veré! Me daré cuenta, pero ahorita no me preocupo, mejor LO DISFRUTO!!

Aconsejo el colecho? 100%!!

Favorece a la lactancia? 100%!!

Claro que hay que agradecerle mucho a mi marido por ser un papá que también respeta y disfruta esta práctica de familia!

¿Ustedes qué opinan? A favor o en contra? Lo han practicado?

 

Gracias por leer!!

¿Qué se siente amamantar?

14 Ago

Hola!!

Hoy quiero hacer algo diferente… quiero preguntarles a ustedes qué es lo que se siente amamantar? Mi pregunta aquí es porque esa misma pregunta me la han hecho ya unas cuantas veces y me he dado cuenta de que es una duda frecuente.

Qué les parece si vamos haciendo costumbre el hacernos preguntas 1 vez a la semana y que todas nos enriquezcamos con las múltiples respuestas y experiencias?

Así que también se aceptan temas para preguntar!!

Comencemos!!

Yo por mi parte les diré que para mi amamantar se siente muy gratificante. Es una experiencia que no puedo poner en palabras! Físicamente al principio duele (por eso les recomiendo Lansinoh que es la única aceptada por la FDA) pero poco a poco se acostumbra uno. Lo que duele es el pezón pues se reseca mucho. También podemos sentir el flujo de la leche cuando el bebé está succionando, y la acumulación que llega a molestar bastante cuando el bebé no ha comido y ya se acerca su hora.

Hay meses en que «baja» más leche (30, 60 días, 6 meses) debido a que el bebé está creciendo y es una curva de adaptación propia del cuerpo. Esta bajada de la leche se siente como congestión del pecho, osea que se sienten más duros y se calma cuando el bebé come!

Al principio también, el bebé casi no te mira, después, conforme va creciendo, son unas miradas de amor! maravillosas!

(no se de quién es la foto! Pero me pareció muy simpática!)

¿Qué opinan? ¿Qué me falta agregar para ayudar responder la pregunta?

Gracias por leer y por participar!